Está situado en la ladera oeste de Castillejos, muy cerca de la Ermita
del Almendral, a unos 265 metros. Se conoce como “Fuente de Ramos”, y se
han excavado tres enterramientos colectivos en cuevas artificiales en
la ladera del Rancho El Santito. Muy próximo un poco más arriba en el
cerro está el poblado asociado a la necrópolis.
Tenía una gran importancia estratégica, muy cerca del río Guadalete y con una excelente visibilidad de todo el valle. Ha sido lugar de paso de muchas culturas.
Los arqueólogos que realizaron el estudio de la zona, localizaron siete estructuras. Las que se han abierto tienen estructuras muy parecidas, oquedades más o menos circulares, con diámetros que oscilan entre 2-3 metros, con corredor o pasillo, cámara central y nichos laterales u hornacinas y algunos tienen una abertura o tragaluz en el techo, que pudo servir para mantener el contacto entre el interior y exterior. Se han encontrado gran cantidad de restos óseos humanos, fragmentos cerámicos del Bronce Antiguo y utensilios tallados en hueso.
Encontraron un conjunto de grabados rupestres al lado de una pileta cuadrangular de 1,25 metros de anchura y una profundidad de unos 10 centímetros. Son varios los motivos representados: geométricos, cazoletas, zoomorfos, etc,. Una de las figuras parece corresponder a un caballo que mirando al este nos muestra su perfil derecho en el que podemos distinguir fácilmente oreja, ojo y boca. Son numerosas las representaciones de cazoletas, bien aisladas, bien formando parte de otros motivos. Aunque es difícil precisar el contenido ideológico que encierran, pensamos que muestran un contenido mágico-religioso y formarían parte de un santuario rupestre al aire libre. Desgraciadamente han sido sustraídos de su lugar y se desconoce su paradero actual.
Consiguieron construir un buen sistema de canalización de aguas excavadas en la roca, formado por piletas, canales y otras estructuras de trazado rectangular.
Tenía una gran importancia estratégica, muy cerca del río Guadalete y con una excelente visibilidad de todo el valle. Ha sido lugar de paso de muchas culturas.
Los arqueólogos que realizaron el estudio de la zona, localizaron siete estructuras. Las que se han abierto tienen estructuras muy parecidas, oquedades más o menos circulares, con diámetros que oscilan entre 2-3 metros, con corredor o pasillo, cámara central y nichos laterales u hornacinas y algunos tienen una abertura o tragaluz en el techo, que pudo servir para mantener el contacto entre el interior y exterior. Se han encontrado gran cantidad de restos óseos humanos, fragmentos cerámicos del Bronce Antiguo y utensilios tallados en hueso.
Encontraron un conjunto de grabados rupestres al lado de una pileta cuadrangular de 1,25 metros de anchura y una profundidad de unos 10 centímetros. Son varios los motivos representados: geométricos, cazoletas, zoomorfos, etc,. Una de las figuras parece corresponder a un caballo que mirando al este nos muestra su perfil derecho en el que podemos distinguir fácilmente oreja, ojo y boca. Son numerosas las representaciones de cazoletas, bien aisladas, bien formando parte de otros motivos. Aunque es difícil precisar el contenido ideológico que encierran, pensamos que muestran un contenido mágico-religioso y formarían parte de un santuario rupestre al aire libre. Desgraciadamente han sido sustraídos de su lugar y se desconoce su paradero actual.
Consiguieron construir un buen sistema de canalización de aguas excavadas en la roca, formado por piletas, canales y otras estructuras de trazado rectangular.
Por Historia Polichera |
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