30 ene 2018

De la iglesia " Santa María Magdalena"


En los aledaños del Castillo de Gailir existió una ermita dedicada a Santa María Magdalena, que debido a su deterioro, el 22 de Abril de 1615 el Cabildo de Morón, dio licencia para construir otra Ermita, lo que dio lugar a la actual Iglesia. El Ayuntamiento de Morón tomó el siguiente acuerdo: “ Cabildo del 22 de Abril de 1615 (Archivo Histórico Municipal de Morón. Acta Capitular 014, folios 132v-133r). En este cavildo se leyó una petición que dieron Andrés Gonzáles y Françisco Fernández y otros vesinos desta villa que aran y biven en la pertenencia de Gaylin, término della, en que piden que la ermita de la Magdalena questá en la dicha pertenençia está cayda y en mal sitio y deven dezir misa en ella toda la jente de la dicha pertenençia por ello piden licencia para hazer la dicha ermita en un pedaço de tierra pública a la linde del término del Coronil, y aviendo conferido y tratado de lo susodicho, en este cavildo se acordó y mandó que den licencia para que se haga la dicha ermita con condición que sea en la tierra pública de la dicha pertenencia, en la parte questá el agua de Gailin en el rrío, que quede sitio más para pazada para lo susodicho y para quedenos cual dichos cuiden donde an de labrar la dicha ermita en el dicho sitio, y la planta que ha de tener, se nombró por diputado all dicho alférez Ginés Çerrano de Molina, Corregidor desta Villa, al que se le dio con mandato la parte donde corregir”.
Ginés Serrano de Molina fue Corregidor del Consejo de Morón desde el mes de Diciembre de 1.614 hasta el año 1.618, siendo nombrado Capitán en el año 1.617.
En esta primera construcción, se hizo solo la nave central, campanario y Pila Bautismal.
El primer libro Bautismal conservado data de 1.633,
La pila Bautismal se estrenó según la grabación que tiene en su base, el 22 de Agosto de 1.692, por el Padre S.D. Joseph y Castro de la Orden del Carmen y Observancia y Cura de la Parroquia de Santa María Magdalena. El registro del primer bautizo en esta pila está en el libro número 4 de los de bautizos.
En 1744 se pidió una mejora de la Iglesia al Arzobispado de Sevilla “ya que se encuentra arruinada y de pequeñas proporciones para las necesidades de la población” Viene a reconocer el templo, el arquitecto y maestro mayor de obras de Sevilla y su Arzobispado en 1.744, y en 1.715 presenta los planos para “hacer una buena obra”. Se le encarga la Dirección de las obras al maestro albañil Diego de Luna.
Esta obra que se hizo sobre la Iglesia anterior que era de una sola nave con un campanario, la Pila Bautismal y se construyó el Altar Mayor, la Sacristía y la Capilla del Sagrario con el presbiterio y gradas y el osario y Camposanto.
El informe que dio al Arzobispo D. Francisco Muñoz, Maestro Mayor de fábricas de Sevilla y su Arzobispado, el 8 de Enero de 1.748 decía así: “En la ciudad de Sevilla, en ocho días del mes de Enero de mil setezientos quarenta y ocho años, ante mi el presente notario pareció Francisco Muñoz, maestro mayor de fábricas de dicha ciudad y su arzobispado y baxo juramento que hzo según forma de derecho, dixo que en virtud de auto proveído de día veinte de diziembre del año próximo pasado, por su Señoría el Sr. Provisor y Vicario General de esta dicha ciudad y su arzobispado, pasó a la población de Puerto Serrano, para efecto de ver y reconocer la obra de la iglesia de dicha población, la que está su fábrica a cargo del maestro Diego de Luna, vecino de esta ciudad, a fin de que declare el estado que tiene y calidad de los materiales así de ladrillos, piedras, maderas y lo ampliado en la execución de dicha obra de la nueva iglesia, además de la obligazión de dicho maestro, y estando en ella para dicho efecto, vio y reconoció el estado de dicha obra por partes, la que oi se halla en el estado de estar cubierta del todo y quasi rematada por la parte de afuera, con que se halla en el todo sin faltarle para su final concluzión ni la quarta parte, la qual reconoció todas sus paredes y se halla de buena calidad, asíen las de la iglesia como en las demás ofizinas y los materiales de ladrillo, piedra y mesclas y maderas todos son de buena calidad, por aver reconocido todos los enmaderados y bien executados según arte y reconoció que en testero cavezero de la iglesia halló una vara de pared en alto no haberse derribado y buelbe en escuadra hasta dos varas de largo a la mano derecha entrando por la puerta principal, dentro de la capilla mayor, que echa la cuenta del valor de dicho pedaso pared de manos y cal, tubo el dicho maestro de ahorro cantidad de trescientos reales de vellón y esto es sin sele perjuizio ni poderlo ser a dicha obra, y también reconoció lo ampliado que es dicha obra, pues ha reconocido las paredes de su altura, las halla más cumplidas de nueve varas que fue la obligazión y también midió el largo y ancho de iglesia y en quanto a largo tiene las veinte y nueve varas cumplidas; y en quanto al ancho que avia de ser de siete y media, tiene ocho cumplidas con que tiene de amplitud media vara mas en el dicho ancho, como también lo es por el aumento de paredes y también en las portadas de dicha iglesia que vazas, capiteles, jambas, frizos y cornisas que avian de ser de tosco y entallado, halle que todo es de ladrillo cortado de limpio, como tambien todas las cornisas exteriores del todo de dicha iglesia, que avian de ser de tosco, halló estar como las portadas y el campanario que dicha iglesia avia de tener, avian de ser sus miembros entallados y en lugar de este halló una torre a proporción de dicha iglesia, con sus vazas, capiteles, fizos y cornisas todo de ladrillo de limpio y bien executado y también reconocí la sacristía de dicha iglesia la que su alfarge de quadro se excedió de más en echarle las tabicas y soleras al dicho enmaderado, como también en el enumerado de la falsa cubierta de dicha sacristía entre los palos que se le metieron viejos, que era de la obligazión del derribo de dicha iglesia, entremetió quatro nuevos de maderas de segura y entablado con tablazón de segura nueva las que avían de ser de las viejas del derribo, lo que executó dicho maestro por parecerle no eran suficientes las viejas. Y así mismo las paredes del hosario y sitio del colgadizo que avia de ser para los lugares comunes, que habiendo de ser sus paredes de tres varas en alto, son de quatro por darle más cavida al hosario y seguridad a un patinito que dexó para desahogo y luz a la sacristía, cuio sitio tiene tres varas en quadro, que son las que avía de tener el colgadizo de madera vieja de derribo, el que omitió hacerlo por dejar dicho patinito. El lugar común lo puso de la vanda de afuera del patinito, agregándole más esta obra quedando con más desencia para la sacristía, como también reconoció los texados del todo de dicha iglesia que fue obligación de texarlos que canal por solera y texa viexa, para cobija que tenia dicha iglesia y se halla estar todo texado con canal y redoblón nuevo, de buena calidad, habiendo desechado dicha texa por cuia causa han quedado los texados de dicha iglesia con todo lucimiento y fortificazión y darle el ser al todo de dicha obra ...Francisco Muñoz. Josepf Nicolás de Arze.”
Se terminó la obra en el año 1.748 y dan un informe muy bieno del maestro polichero Diego de Luna, que textualmente dice “En la ciudad de Sevilla, en doce días del mes de Noviembre de mil setecientos quarenta y ocho años … Francisco Muñoz, maestro mayor de fábricas de esta ciudad … pasó a la población de Puerto Serrano, para efectos de reconocer la Iglesia Parroquial que nuebamente se a hecho por el maestro Diego de Luna, vecino de dicha ciudad, la que tenía a su cargo la execución de ella y ver si a cumplido según y conforme la obligación y demás reconocer la obra de la capilla baptismal, la que se mandó por su señoría llebar la quenta formal de ella y que declare si a gastado las partidas que constan en dicha memoria, y así mismo teniendo presente la vicita que se hizo quando se de medió dicha obra, la que está al folio 55, y estando en ella reconosió dicha iglesia parroquial el todo de ella, la que está del todo concluida, según y conforme la obligación que hizo, solo si no se executó en ella es aber hecho el porche en que se obligó, por causa de estar la puerta principal próxima a las pardes de la mesón, que está frente de dicha puerta de dicha iglesia y ser el sitio corto y aberse hecho hubiera quedado más estrecho, lo que ha sido bien executado no haberlo hecho que rebajar por su execución quatrocientos reales, por ser todo dicho porche corto, y también reconoció la obra de la capilla baptismal estar executada de buena obra y según arte y teniendo presente la memoria de las partidas de su costo, dixo estar arregladas al tanto de su execución dijo que tenia presente la ogligación que hizo el dicho Diego de Luna y su citada visita en el folio referido de emediada dicha obra, que por el tenor del pedimento de el dicho Diego de Luna se remite a ella y solo tiene que añadir el aber executado más un postigo de tableros que está en la entrada de el caracol de la torre, el que no se avía de quedar más que su gueco y aber dado dos enserados de lienzos y también en la capilla maior que su vóbeda de ser vaída, o por arista, la executó con más arte y costo, siendo una media naranja de el todo bien rematada y en la sacristía que no hera de su obligación más que una alazena, e hizo dos por dar más sitio en que poder guardar algunas alajas de la iglesia …. Francisco Muñoz. Joseph Nicolas de Arze.”
El 4 de Junio de 1.792, el Maestro Mayor de obras de la ciudad de Sevilla y su Arzobispado, hizo una visita a la Iglesia, y realizó el proyecto de ampliación. El documento dice: “En la ciudad de Sevilla en quatro días del mes de Junio de mil setecientos y noventa y dos años, ante mí el infrascrito notario pareció Fernando Rosales, Maestro Mayor de obras de dicha ciudad y su arzobispado, dixo que havía pasado a la población de Puerto Serrano, a efecto de reconocer su iglesia parroquial, declarar las obras y reparos que necesita y estado actual y costo a que ascenderá. Y así mismo su capacidad y si es insuficiente para el vecindario, con respecto a el número de sus feligreses, instruyéndose por el padrón de la Iglesia a que número asciende el de las personas sujetas a las preceptos eclesiásticos. Y estando en la dicha iglesia para los particulares de que fue mandado: primeramente dixo que la expresada iglesia se compone de una nave de veinte y nueve varas de longitud y ocho de latitud, incluso en ellas la Capilla mayor donde está el prebisterio con sus gradas para subir a el Altar mayor cubierta esta parte con una bóveda bayda y desde el arco que divide dicha Capilla mayor del cuerpo de la iglesia hasta las pies de ella cubierta con una armadura de limpio, texada una y otra canal y redoblón; en el dicho cuerpo de la iglesia están dos capillas de cinco varas en quadro, la una para Sagrario o capilla de comulgatorio y la otra donde está colocada la pila baptismal. La sacristía está a el lado del Evangelio contiguo a dicha Capilla mayor, con su patinillo reducido y sitio de osario o depósito de huesos. El estado de esta dicha iglesia viene a ser todo lo que hace a el dicho cuerpo de iglesia y Capilla mayor, se hallan sus muros o paredes, texados y enmaderaciones de las armaduras de primera a segunda vida, sin notar en dichas partes de ruina alguna, ni que necesite más de una reparación menor en recoger dichos texados y descostados … las obras que necesitaba para su conservación halló primeramente ser urgente la construcción de todas las solerías, así del cuerpo de dicha iglesia, como la de la Capilla mayor y capillas del sagrario y baptismal por hallarse estas derrotadas y tan desigual, que causan indecencia a el templo, hallándose por partes sin ladrillos, como en el primer tercio de los pies de ella, que la mayor parte de ella se halla terriza; las paredes de la citada sacristía necesitan por la parte interior toda la mayor parte de ella embarrarla y enlucirla de nuevo y todos los más de los fardamientos del cuerpo de la iglesia y los de la capilla baptismal, como así mismo los de la cerca del patinillo y osario, haciéndole el común de nuevo, dándole saliente a la parte exterior con su puerta y cubierto de nuevo, con tres varas de salida, a causa de que el que hoy tiene hallarse derrotado causando mal olfato e indecencia a todo lo que hace sacristía y dicha Capilla Mayor, por su proximidad, y no tener las preparaciones correspondientes por su estreches; por la parte esterior necesitan sus muros recorrerlos de embarrados y enlucidos de nuevo en todos sus fardamientos por partes, hasta tres varas de altura como igualmente recorrer los texados de distintas piezas que se hallan lastimadas sus juntas y mucha parte de ellos que se hallan macizos de tierra, causando recalamiento a sus enmaderaciones por manifestar estas haber sido abundantes sus goteras … Se puede invertir en una cerca de pared de mampostería que forme un camposanto a el lado de la línea de la Epístola, que tiene proporción la que se quiera, sin que perjudique a parte alguna por estar esta parte de sitio despoblado y sin casa alguna, cuias solerías debían hacerse de junto construidas con mesclas de cal y arena, preparando primeramente su terreno con un suelo de argamasa, de media vara bien pisada, para evitar los asientos que puedan acaecer. Las dichas cercas serán de quatro varas de elevación por la parte interior, con dos pies de grosor con sus rafas y aberdugados de ladrillos y los restantes de cajones de mampostería y mesclas de una y una, con su liga de arena, dándole comunicación a dicho Camposanto por la ornacina o hueco donde anteriormente estaba el altar de las Animas y próximo a los pies de la pared fachada con su parte correspondiente, de suerte que desde la iglesia se hagan los oficios de difunto hasta dar sepultura, sin tener que salir el preste del razo en días lloviosos …
Por lo que corresponde a su capacidad y si es suficiente para el vecindario con respecto a su feligresía, dixo que primeramente tomó conocimiento por certificación del padre Cura (que igualmente presenta con este escripto) del número de personas solo de confesión y comunión que se compone la feligresía de dicha población, en la que consta asciende unas novecientas setenta y nueve personas, con cuya inteligencia hizo su medición, así de longitud como de latitud y le constó se compone de doscientas treinta y dos varas quadradas, que rebajando treinta por lo que ocupa el dicho presbiterio, sitio del coro y escaño de las justicias, quedan doscientas dos de las mismas varas a las quales lo que más prudentemente puede el declarante regularle quando más cinco personas en cada dos varas como llevo referido, caben en la citada iglesia nada más de quinientas dos personas de suerte que hasta las dichas novecientas setenta y nueve resultan quatrocientas setenta y siete, las mismas que no habiendo como no las hay más misa que la de párroco cura, se quedan fuera del templo, con lo que se verifica la poca capacidad para el vecindario, respecto de su feligresía y mayormente siendo pueblo de tránsito, siendo necesario que los pasageros concurran a el mismo tiempo; y así si V.S. tuviera a bien se de ampliación para la mayor decencia del templo y acomodo de dicho vecindario, puede ser esta formándole a dicha iglesia dos naves menores de quatro varas cada una con arreglo a su latitud, sin tocar a sus enmaderaciones y texados y a sus muros sólo colocarle quatro arcos a cada línea, con los dos que toquen el sitio del cabezero, metiendo unos pilares delgados o columnas en las dos lineas del arco toral, hacia los pies de la iglesia, y después de construidos dichos arcos que la misma pared vieja le sirva de forma aleta, se vacía aquella parte y quedan estas líneas sin más necesidad de maniobra en ella que sus enlucidos a el mismo tiempo labrando sus gualderas y la sacristía a la espalda del altar mayor, con su capilla baptismal a los pies de la iglesia, donde le corresponde la misma nave que se aumente, queda la citada iglesia con la extensión si V.S. lo tuviera a bien esta prompto a dar plano y condiciones conforme a la práctica. Fernando Rosales. Diego Josepf de Arze.”
El 7 de Enero de 1.793, se presentas los planos de la definitiva Iglesia, que quedó poco más o menos como podemos verla actualmente. El informe de Fernando Rosales, Maestro Mayor de obras de dicha ciudad y su arzobispado era el siguiente: “En la ciudad de Sevilla, en siete dias del mes de Enero de mil setecientos noventa y tres años, ante mí el infrascrito notario, pareció Fernando Rosales, … se manda forme plano de ampliación de la iglesia parroquial de la villa de Puerto Serrano, con la ampliación de la Iglesia parroquial de la villa de Puerto Serrano, con la economía posible y valuación de su costo, con arreglo a lo mandado, dixo demostrava el plano que presenta, manifestando en el con colores los muros que pueden subsistir, los que construyen de nuevo y los que se deberán romper para los vanos de los nuevos arcos, puertas de sacristía y demás que en el se expresan con color encarnado, explicándose con sus números y notas las piezas de que se compone y los muros antiguos de capillas y sacristía que son indispensable el derribo de ellos, y es en la forma siguiente:
Primeramente dixo el declarante que sin embargo de haber propuesto en su antecedente escripto que la sacristía se colocaría a la espalda del cabezero, atendiendo a lo que se previene por el citado auto de Su Señoría, tuvo a bien figurarla en la colateral de la nave de la Epístola, atirantando su testero o final de ella con el muro antiguo del cabecero, a fin de ahorrar no tan solamente las paredes y cubiertas de esta, sino también las de las demás líneas que eran indispensable buscar en su mayor saliente, por una y otra parte de las dos nuevas gualderas. También dixo que la mayor perfección para la dicha iglesia y su arreglo fuera haber proyectado esta iglesia formándole cabecero quedando lo que hoy es capilla mayor, de crucero, con sus brazos salientes lo que piden las naves menores nuevamente proyectadas y que en lugar de las quatro columnas, se colocarán sus posteles con sus pilastras quedando su arreglo a el cuerpo de arquitectura que se le acomodase, hechandole su cañón enlistonado y bóbedas tabicadas a las naves menores con sus adornos de pilastras y cinchos que entre una y otra hicieron divición: como así formar su cuerpo de torre, mediante a que la que hoy hace de ello, es solo lo que manda un caracol para dar subida a los texados, y en el están colocadas sus campanas, sin más extensión que vara y media de luz y media mara que tiene sus muros de pared, siendo este bastante incómodo y ridiculizado el templo por lo exterior con la vista que aparece; pero habiendo reflexionado sobre una y otra planta, lo que de ellas pudiera resultar según los inconvenientes que encontró a el tiempo de su reconocimiento y a el fin de que estas diligencias van dirigidas que es a lo mayor comodidad de los fieles de esta población, con respecto a no haber mas que una sola misa y a el mismo tiempo evitar mayores gastos. Dixo no encontró otro más conveniente que el que a V.S. haze presente en el adjunto plano. Lo primero porque para hacer el dicho cabecero que lleva referido era indispensable hubiera terreno suficiente donde tomarlo, es así que lo impide un regajo que pasa por esta parte, a la distancia de seis varas, poco menos o más, con otras tantas de profundidad de desague al río, y aunque pudiera lo que es Capilla Mayor hacerse cavecero y darle extensión por los pies, trasladando el crucero hacia el cuerpo de la iglesia, resultaba de esto el derribo de la armadura, sus tejados y demás muros, lo que se excusa conforme se proyectan. Para la colocación de los posteles, en lugar de las columnas, era indispensable la robustez correspondiente a estos para sostener sus gravedades formando con ellos sus pilastras, conforme a práctica, esto fuera mejor pero no se consigue la extensión que se pide, mediante a no verse la misa desde las naves menores con los dichos posteles y sí con las columnas conforme van figuradas en el mismo plan; por lo que hace a el cuerpo de la torre, mediante a estar en el día surtido y no hallarse este en estado de que necesite reparación alguna, tampoco lo encontró con precisión de que hubiese de proyectar cuerpo alguno de torre, porque aunque se quiciera aprobechar dicho caracol en el centro, siempre sería preciso tocar a el muro principal de la iglesia y no dexar las tres caras de la dicha torre nuevas y una vieja, por no exponerse a las resultas que pueda tener en lo subcesivo; y así con todas estas reflexiones puso en práctica el citado proyecto y plan, el que se deberá executar, derribando primeramente las dos capillas, sacristía, paredes de osario y patinillos, que en el mismo plan van figurados de tinta china, menos obscura y y derribadas que sean se profundizarán sus cimientos hasta dos varas, si el terreno lo permite y su latitud o anchura vara y dos tercias, de suerte que puede saliente por cada linea del dicho muro la pared una tercia, prevenido con sus ormigones mesclados a tres y dos y su mampostería del piedra entre tonga y tonga, y si por encontrarse piedra viva no se pudiera profundizar más que una vara, poco más o menos, se labrará el dicho cimiento desde lo más profundo con la dicha mampostería y mesclas de cal y arena, conforme a las que lleven sus labores de las paredes; puesto esto y el opuesto de la otra nave orizontales y por algún tiempo en infición con el agua correspondiente, se formarán sus paredes con arreglo a la robustez o grueso que manda el mismo plan y demás movimientos que en el se manifiestan, dándole de elevación solo cinco y media vara que veo en tener nada más para tomar las pendientes de los colgadizos de las navex menores y puestas estas horizontales, para una y otra parte, sin colocar en ellas maderas algunas, se pasará a la construcción de los arcos intercolumnios, que s on tres en cada una de las líneas, para cuya operación se deberá presentar primeramente los tres huecos, que estas tienen dos que forman la entrada a las capillas y el restante la puerta lateral, que da uno a la iglesia, de suerte que cuando menos se deben simbrar estos como si se fueran a construir sus arcos (con mesclas inferiores, como que se han de demoler) se podrán macisas interín la construcción de los dichos arcos intercolumnarios, y hechas estas preparaciones y algunas otras a la mayor seguridad, se abrirán sus cajas rompiendo el muro antiguo hasta vara y quarta de canal, principiando desde la altura de cinco y media vara hasta el cimiento, en los sitios que por dicho plan se manifiestan, han de ir colocadas las citadas columnas con su soclo de una vara cúbica que cada uno ha de tener y quatro de elevación o longitud que piden las dichas columnas, respecto de media vara de robustez que igualmente han de tener estas en el primer tercio, en cuya longitud va inclusa su basa y capitel, con arreglo todo a el orden dórico, y hecha la dicha canal o rompimiento, se deberá reconocer su cimiento si está uno suficiente con consideración que aquella parte sólo va a recibir mayor gravedad que la que hoy recibe, porque lo que hoy sostiene onze varas de pared, se queda solo sobre dos que tienen en los soclos, y columnas de jaspe, mediante a hallarse las canteras con alguna prosimidad … y después de colocadas estas, se formarán sus arcos sirviendo el muro viejo de simbres oformaletas, abriendo los rompimientos en el miro entredicho, de vara a vara, con la latitud o anchura de dos tercias que deberá tener la dovela de los citados arcos, y hecha aquella parte de rosca, se bolverá a continuar con otra y así seguidamente hasta el cerramiento de ellos, haziendo igual maniobra con la linea opuesta hasta que se verifique estar construidos todos seis, y del mismo modo se continuará en los demás huecos, así en el que está en la Capilla Mayor, que da uso a la que a de ser de Comulgatorio, como en las que han de dar uso a Sacristía y Capilla Baptismal, y antes de hacer el derribo de esta se colocarán las enmaderaciones de los cubiertos o colgadizos de las dos naves menores y después de entablados y construidos sus tejados de canal y redoblón, conforme a los que hoy tiene la armadura del cuerpo de iglesia y la de la Capilla Mayor, se continuará el dicho derribo del vacío que debe quedar o quedan a los dichos intercolumnos, quedando la iglesia que era sólo de una nave de tres … Y habiendo formado cuenta y hecho el valúo correspondiente del costo a que ascenderá la nueva extensión que últimamente se solicita, sin inclusión del costo de los veinte y un mil quinientos reales de vellón, en que antecedentemente están valuadas sus reparaciones y cercando el citado Camposanto, sacó la cantidad de ochenta y tres mil reales que unidos con la cantidad antedicha, hazen ciento quatro mil y quinientos reales de dicha moneda que son los que dixo se invertirían en la citada obra sin inclusión de los cimientos de las paredes gualderas que nuevamente se construyen para su ampliación y los que las columnas. Cuia declaración de proyecto plano y valúo dixo había practicado bien y fielmente. Fernando Rosales. Diego Josepf de Arze.”
El 18 de Abril de 1.798, se finalizaba la reforma de la Iglesia, dándose el siguiente informe: “En la ciudad de Sevilla, en diez y ocho días del mes de abril de mil setecientos noventa y ocho años, ante mí el infrascristo notario mayor, pareció Fernando Rosales, maestro mayor de obras de albañilería de las fábricas de las iglesias de esta dicha ciudad y su arzobispado, y … dijo … había pasado a la población de Puerto Serrano a efectos de reconocer las obras que se han ejecutado en su iglesia parroquial, como así mismo declarar si están conformes con lo proyectado y de legítimo abono las cantidades invertidas en ella. Y estando en la citada iglesia para los expresados particulares.
Primeramente, antes de hacer su reconocimiento, declaro haber tomado conocimiento de los autos, en que se hallan insertas las declaraciones en que consta todo lo proyectado en esta obra y valuadas de uno y otro el total de doscientos quarenta y un mil ciento sesenta y siete reales, con cuio conocimiento espresó haber ido reconociendo todo lo executado en la expresada obra, parte por partes, la que halló finalizada de un todo, así en todo lo principal de la iglesia, como en las demás piezas anexa a ella, de sacristía, vivienda que la pisa para el cura o ayudante con el tránsito a el camarín y demás del patinillo y comunes, ,con el cuarto taller y campo santo, todo finalizado como corresponde y de buenas calidades, atendiendo a su maior succistencia.
En quanto a si está conforme con lo proyectado declaró tener algunas partes mínimas executadas que precisamente cederán algún tanto en el costo de lo principal d el aprecio, como es una reducida tribuna o especie de balcón que tiene a los pies de la iglesia, con el uso por la escalera de la torre; la abujarda que últimamente dispucieron maestro que la vicitaron; al maior costo que resulta en el corrido de las gradas las dos mesas de piedra, el soclo también de piedra en el principio fundamento de la torre, en cuios aumentos tampoco se le ofreció reparo por su maior permanencia y desencia de la obra.
Por lo que hace a las cantidades invertidas, y si son de legítimo abono, dijo que para obrar con mayor conocimiento, tubo a bien solicitar las cuentas que diariamente se han llevado a cabo por el fiel encargo en esta obra; y vistas o reconocidas, halló que en su total se hallan invertidas la cantidad de doscientos cincuenta y siete mil quinientos tres reales, cediendo a los aprecios en diez y seis mil trescientos cincuenta y seis, cuio más gasto desde luego considero ser por el salario de quarenta y tres meses de obra, a dose reales cada un día, que está sentados en la cuenta por el trabajo del fiel... Fernando Rosales. Diego Josepf de Arze.”
La Capilla de San Antonio, fue realizada por expreso deseo y con dinero que donó para ello Don Alonso Rodriguez Morato, el cual era dueño de la casa de enfrente de la Iglesia, que fue Mesón, y conocida posteriormente y hasta hace poco tiempo por “la casa de las Animas”, por haber sido usada durante la obra de la Iglesia, para el culto. Fueron trasladadas las Imágenes, dejando la Iglesia vacía por las obras. Así consta en el Archivo Diocesano de la Diócesis Asidonia Jerez, y no cobró nada por el arrendamiento. Además de esto, dejó escrito en su testamento, que el lugar donde había permanecido la Custodia, sería considerado lugar sagrado y como su capilla propia. También recogía dicho testamento que mientras viviera alguno de sus descendientes, tendrían que donar el aceite necesario para la Iglesia. Hasta hace pocos años se mantuvo este deseo por sus descendientes.
El 9 de Septiembre de 1.747, se realizó la petición de construir esta Capilla, y decía así: “Como maestro maior que soi de obras de esta ciudad de Sevilla, y a cuio cargo tengo la reedificación de la nueva Iglecia parrochial de la población de Puerto Serrano, certifico que está en el lado del Evangelio, haciendo ygualdad con otro que está en la línea de la Epístola, dando entrada a una capilla que tiene y tenía dicha iglesia, y dicho gueco del Evangelio se a labrado a fundamento y seguridad, para labrar de la parte de afuera una capilla para el Sr. San Antonio, a expensas y gasto de don Alonso Rodriguez Morato, vecino de esta población y con el aplauso del cura de dicha Iglecia y complasensia del todo el vecindario, mediante serle de utilidad y adorno a la Iglecia y que dicha capilla le a de tener que costar su fábrica, al menos quinientos ducados, y además desto el adorno de su retablo, que le costará hasta doscientos y el dicho sitio en que se ha de labrar es realengo, y en el nadie la fábrica, solamente da a la fábrica la entrada de dicha capilla por la puerta de dicha iglecia, y para ello le da el adorno a dicha Iglecia acompañando a la capilla frontrera y la utilidad de funciones que hara a dicho Santo, además de constarme que el dicho Don Alonso ha sido y es bienhechor a la iglecia y ahora lo será con este motivo y en la ocasión presente de estarse ya rematando la nueva iglecia, falta por razón de su pobreza y ser necesario pedir de limosna para algunos ornamentos que tiene de falta la dicha iglecia … Diego de Luna”.
El 20 de Enero de 1.749, se notifica el haberse terminado la Capilla de San Antonio, y dice así: “Digo yo, Francisco Muñoz, Maestro Mayor de Fábricas de esta ciudad de Sevilla y su arzobispado, que doy fe de haber gastado en la iglecia parrochial de la villa de Puerto Serrano, en labrar una capilla de nuevo de Sr. San Antonio de Padua, cantidad de mil ducados de vellón, Don Alonso Rodriguez Morato, escribano de dicha villa, la que executó el maestro Diego de Luna, vecino de esta ciudad y a cuyo cargo estubo el labrar de nuevo la dicha iglesia que también firma esta certificación, por ser cierto el dicho gasto y aber corrido por su mano; y dicha fábrica de capilla prezedio licencia del Sr. Provisor y Vicario General de este arzobispado, de que lo nombró por patrono a el dicho Don Alonso Rodriguez y sus herederos. Sevilla Henero 20 de 1.749. Diego de Luna. Francisco Muñoz.”
Quedó la Iglesia más o menos como podemos verla ahora, excepto que falta el Púlpito, las rejas de las columnas que separaban la nave central de las laterales y un altar que había frente a la puerta de entrada.
Destaca la mesa rectangular de jaspe de color rojo con vetas blancas, que existe en la Sacristía. Poley nos relataba que “se observan multitud de mariscos y restos vegetales petrificados”.
Entre las imágenes que tenemos en esta bonita Iglesia, hay que destacar la de San Andrés que hay conjeturas que dicen que vino de la Ermita de la Gloria, la de la Inmaculada Concepción, la Virgen del Carmen que es muy venerada por las policheras, y como no la de nuestro Cristo de la Buena Muerte, una de las pocas imágenes de Cristo articulado, y que puede ser del siglo XVI.
La Iglesia es de estilo neoclásico, aunque con evidentes matices de la primera arquitectura barroca, presenta 3 naves, doble fachada, y torre-campanario en su ángulo exterior. De su interior hay que destacar las capillas del Sagrario y la Baustismal, así como el Altar Mayor ahora ya restaurado.
La Parroquia tiene columnas de mármol rojo procedentes de canteras del término municipal, así como seis insuperables lienzos de estilo barroco, pintados en el siglo XVII por la prestigiosa escuela sevillana de Alonso Cano.

Foto: Historia polichera

Foto  Historia polichera

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