Puerto Serrano, a lo largo de su historia, ha sufrido diversas epidemias.
Os detallamos las epidemias de las que tenemos constancia.
La primera fue en 1.646 y se culpó a los perros y gatos de la causa, por lo que se sacrificaron todos los perros y gatos de la aldea.
En el año 1.716 tuvo lugar una fuerte epidemia de viruelas. Se tomaron fuertes medidas y fue erradicada.
En Septiembre de 1.800 se declaró el vómito negro. Se adoptaron muchas precauciones como la incomunicación con el exterior, riego con vinagre de las casas y las calles, sahumadura con hierbas aromáticas las habitaciones, etc.
Por aquel entonces andaba por esta zona el V.P. Fray Diego de Cádiz, al que acudieron los Policheros para implorar misericordia y este les dijo que oraran a Dios así: “Aplaca Señor tu ira, tu justicia y rigor, dulce Jesús de mi vida, misericordia Señor”.
En Septiembre de 1.854 se declaró una epidemia de cólera en la provincia, y viendo los gobernantes locales que podía llegar al pueblo, tomaron buenas medidas que evitaron su propagación como el total aislamiento, el ordenar que todos los vecinos se expandieran por los campos evitando aglomeraciones, aplazamiento de las elecciones municipales que se tenían que celebrar por esas fechas, etc.
Os detallamos las epidemias de las que tenemos constancia.
La primera fue en 1.646 y se culpó a los perros y gatos de la causa, por lo que se sacrificaron todos los perros y gatos de la aldea.
En el año 1.716 tuvo lugar una fuerte epidemia de viruelas. Se tomaron fuertes medidas y fue erradicada.
En Septiembre de 1.800 se declaró el vómito negro. Se adoptaron muchas precauciones como la incomunicación con el exterior, riego con vinagre de las casas y las calles, sahumadura con hierbas aromáticas las habitaciones, etc.
Por aquel entonces andaba por esta zona el V.P. Fray Diego de Cádiz, al que acudieron los Policheros para implorar misericordia y este les dijo que oraran a Dios así: “Aplaca Señor tu ira, tu justicia y rigor, dulce Jesús de mi vida, misericordia Señor”.
En Septiembre de 1.854 se declaró una epidemia de cólera en la provincia, y viendo los gobernantes locales que podía llegar al pueblo, tomaron buenas medidas que evitaron su propagación como el total aislamiento, el ordenar que todos los vecinos se expandieran por los campos evitando aglomeraciones, aplazamiento de las elecciones municipales que se tenían que celebrar por esas fechas, etc.
Por Crónicas Para la Historia de Puerto Serrano
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